martes, 29 de mayo de 2007

La época nefanda que nos ha tocado vivir

En los últimos tiempos, numerosos agoreros hablan de lo nefasta que es la educación de nuestra época. Se llega a decir que un bachiller de hace años sabía más que un licenciado de la época actual. Esto son grandes exageraciones.

Por otro lado, es evidente que el título universitario ha dejado de ser algo sólo accesible a los privilegiados. “[En 1975] el 69% de la población tenía sólo estudios primarios, el 12% estudios medios y no alcanzaba el 2% la proporción de quienes habían realizado estudios superiores” (Charles Powell, España en democracia, 1975-2000). Hoy en día, las estadísticas aireadas por los medios de comunicación dicen que el porcentaje de titulados universitarios entre 25 y 64 años estaría en España en torno al 25% y el porcentaje de estudiantes que inician estudios universitarios en las nuevas promociones está en torno al 40%. Es decir, ¡hay más titulados universitarios hoy que bachilleres hace 35 años!

Además, me parece muy dudoso que un bachiller del franquismo tuviera la excelencia que le atribuyen los que le cantan elegías. Quizás antes se hacían menos faltas de ortografías. Pero sólo hay que ver los documentales para ver lo engolado y ridículo de la retórica de los gobernantes e incluso muchos de los intelectuales de la época. Hay que decir que para 1972, la educación había avanzado mucho: tengo un libro de matemáticas de COU de editorial Bruño de ese año, y entonces ya se estudiaba la moderna teoría de conjuntos.

Actualmente, en primer curso de cualquier ingeniería se estudia no sólo teoría de conjuntos, sino estructuras algebraicas, matrices, espacios vectoriales y bastantes cosas más (normalmente en la asignatura de Álgebra). En los colegios, se estudia menos de teoría de conjuntos que en 1972 (quizás porque hoy día se considera poco pedagógica). Pero los ingenieros de hoy saben mucho más que los bachilleres de ayer (de eso no hay duda) e incluso probablemente que los ingenieros de ayer: muchas asignaturas, como la programación informática, entonces ni existían, y hoy son la clave del desarrollo tecnológico. Naturalmente, esto es debido mucho más al avance tecnológico que a las reformas educativas (en muchos casos inútiles y hasta contraproducentes).

Algunos dirán que el desastre educativo actual no se demuestra precisamente en las ciencias sino en las humanidades (antaño llamadas “letras”).

Véase una semblanza de lo que era el estudio de Filosofía en España en aquellos años.

“Quien, a diferencia de Víctor[Sánchez Zavala], cedía a una comprensible tentación y no iba a tomar apuntes a clase, podía sacar partido de exactamente tres títulos a lo largo de aquellos años. Eran éstos el manual de filosofía de Millán Puelles y el de historia de la filosofía de González Álvarez, catedráticos respectivamente de los cursos primero y segundo, comunes a todas las especialidades; luego, ya entre filósofos, la Filosofía del saber de don Leopoldo Eulogio Palacios, único catedrático de Lógica. De este último volumen tenemos los de entonces un recuerdo particularmente afectuoso, pese a que, por comparación con él, nos ha costado luego justipreciar a Monty Python. No vacile el lector en buscarlo por las bibliotecas. Allí encontrará inolvidables distinciones entre arte indumentaria y arte edificatoria, las dos destinadas a cubrir al hombre con distintos grados de rigidez, o pesquisas sobre la categoría ontológica que, con castiza pluma, se llamaba trastulo, bagatela o fruslería, ejemplificada por la muleta del torero. Hay mucho más, estoy seguro, y mejor todavía.

“Si esta era la lógica, la psicología y la antropología estaban ambas en manos de un señor Fagoaga y su hermano simétrico. Nada de libros en este caso. Se aprobaba la segunda materia mediante un examen tipo test que incluía preguntas del orden de ¿Cómo son los chinos?, para lo cual la única respuesta correcta era Laboriosos”. (Carlos Piera, “Alrededores de Víctor Sánchez de Zavala”, Revista de occidente nº 196, septiembre 1997, pags. 74-88).

El relato de Fernando Savater sobre la filosofía que se estudiaba en la época (Fernando Savater, Mira por donde. Autobiografía razonada) es igualmente demoledor: la única lógica que enseñaba el profesor titular de la Complutense era la tomista (si bien, el profesor sustituto era Alfredo Deaño, experto en lógica matemática que años después publicaría un exitoso manual).

Si esto era en Madrid, qué sería en las universidades de provincias (sólo que entonces había muy pocas facultades en provincias).

En comparación con el paupérrimo curriculum de la Filosofía al franquista modo, la que yo estudié entre 1995 y 1999 era un Gran Salto Adelante (por utilizar la metáfora del amigo Mao). Estudiábamos la lógica matemática (no la tomista) y hasta llegamos a dar el teorema de Gödel (y eso en una universidad de provincias, la UPV-EHU). Dábamos incluso una asignatura sobre álgebra y teoría de conjuntos (Filosofía y Matemáticas I) y otra sobre historia de la física cuántica. Estudiamos las corrientes más modernas del pensamiento humanista (como la semiótica) y también los filósofos modernos más pujantes (como Popper y Thomas Kuhn) además de los clásicos que se estudiaron siempre: Platón, Aristóteles, Kant…

En resumen. Puede que la enseñanza primaria y secundaria de hoy sea deficiente. Puede que mucha gente llegue a la universidad sin grandes instrumentos conceptuales. Puede (y puede ser una rémora para el país, sin duda). Pero, al menos, la educación superior se ha democratizado y, además, ha mejorado en muchos aspectos. Tenemos más universitarios y más preparados que nunca.

5 comentarios:

Nueva Argentina dijo...

Llevo 26 años involucrado en la enseñanza, además de los años en los que fui alumno, y puedo decirte que la degradación del sistema educacional en España es una realidad. La cosa empeoró mucho con la LOGSE, pero la decadencia no empezó ahí; empezó ya en el franquismo.

Me resulta curioso que haya quien no pueda aceptar que la democracia pueda haber empeorado la enseñanza. No hay ninguna contradicción lógica en eso. No debemos evaluar la realidad basándonos en aprioris políticos.

Piensa que con la democracia la clase capitalista ha aumentado su control sobre la sociedad. Antes existían una clase política, una clase militar y una clase eclesiástica con poder propio, ahora todo depende de la financiación de los partidos y de la propiedad de los medios de comunicación.

Y está bastante claro que la clase capitalista ha forzado a diseñar el tipo de educación que piensa le proporcionará la mano de obra más eficaz y barata, al estilo americano.

Y, como suele pasar, ha disfrazado sus intereses de lucha por una mayor igualdad; es la argucia característica del capitalismo contemporáneo.

Gonzalo Larumbe dijo...

Bueno, yo conozco más la enseñanza universitaria. De la enseñanza secundaria no sé apenas nada desde que dejé el COU allá por 1990. En cambio, en la universidad he segundo cursando alguna asignatura y el nivel universitario no me parece malo.

Mucha gente dice que la LOGSE es una calamidad. Parece ser que el nivel en secundaria es malo.

Sin embargo, mientras el nivel universitario se mantenga, habrá un buen porcentaje de gente cultivada.

Sé que hay algunos intelectuales que mantienen que la universidad es un desastre. Eso dice gente como el polígrafo César Vidal.

Mi experiencia no es tan apocalíptica.

En cualquier caso, todas las opiniones (siempre que sean argumentos y no exabruptos) serán bien recibidas en este blog.

Arthur Ratinsky dijo...

mi nombre es leonardo gomez ,soy estudiante de una licenciatura en artes en de la universidad distrital en bogota
En cuestión de educación Colombia es un país en donde la desigualdad atraviesa todo margen a comparar, tanto así que podríamos hablar de una división que va mas allá de lo político y lo social, en donde se encuentran los que se educan para gobernar y los que estudian para trabajar, es aquí en donde se evidencia la caída en picada del papel docente.

El docente se ha relegado a ser un ente repetitivo, resignado a consumir conocimiento y no a generarlo.
la misma cultura brindara herramientas para que una información volátil pueda ser aplicada ala vida útil de cada educando.Pero estamos en una etapa histórica en donde la desinformación predomina sobre todas las cosas y en donde los ntics se convierten en educadores sin licencia , todas estas circunstancias moldean un individuo a manera que se hace mas difícil hacerle verídico el conocimiento. Ya que se esta expuesto a otras realidades inmediatas que se encargan de la desinformación. Entonces ¿Cómo lograr seducir a una persona que tiene antecedentes de saturación audio visual e involucrarla al mundo de la innovación sensorial?

¿hasta que punto somos capaces de revertir los medios para generar conocimiento? Teniendo en cuenta que el futuro como docente esta en desarrollar material pedagogico de calidad ¿Cuál sera entonces el futuro del docente que se encuentra en el mal llamado tercer mundo ? ¿que tan preparados estamos para desarrollar material pedagogica de calidad?.

Las soluciones inmediatas son imposibles pero mi interes es establecer puentes de comunicacion entre todas las parate que me brinden un panorama general aplicable a mi situacion , ami contexto por favor toda la informacion de la educacion en españa en los ultimos años sera bien recibida gracias blgg26@gmail.com

Anónimo dijo...

Soy profesora de secundaria desde hace muchos años, estoy próxima a la jubilación voluntaria. Antes estudiaba bachillerato muy poca gente, sobre todo niñas, pues sobre los 10 años empezaban a ayudar en casa con su trabajo o con sus pequeños sueldos, y solo estudiabamos las que podíamos o sus padres querían. Ahora estudia todo el mundo, mejor dicho, ahora está escolarizado todo el mundo hasta al menos los 16 años. Los profesores de ahora están mucho mejor preparados que los de antes y el sistema es mucho más democrático, con lo cual el alumnado puede recibir mucha mejor educación. También se disponen de muchos más medios.
El problema está en que al estar todo el mundo escolarizado, hay bastantes que no desean estudiar y solo están pasando los años obligatorios en las aulas. De cualquier manera, es preferible esta situación mirando globalmente al pais, pues una población que al menos haya estado escolarizada este tiempo, hace que el pais sea más rico potencialmente.
Creo que una reforma deseable de la enseñanza, pasaría por fomentar el razonamiento y la creatividad en la primaria y secundaria, en vez de insistir tanto en copiar y colorear como se hace actualmente, y eso nos lleva a necesitar formar de otro modo a los maestros de primaria y secundaria.

Anónimo dijo...

Soy profesora de secundaria desde hace muchos años, estoy próxima a la jubilación voluntaria. Antes estudiaba bachillerato muy poca gente, sobre todo niñas, pues sobre los 10 años empezaban a ayudar en casa con su trabajo o con sus pequeños sueldos, y solo estudiabamos las que podíamos o sus padres querían. Ahora estudia todo el mundo, mejor dicho, ahora está escolarizado todo el mundo hasta al menos los 16 años. Los profesores de ahora están mucho mejor preparados que los de antes y el sistema es mucho más democrático, con lo cual el alumnado puede recibir mucha mejor educación. También se disponen de muchos más medios.
El problema está en que al estar todo el mundo escolarizado, hay bastantes que no desean estudiar y solo están pasando los años obligatorios en las aulas. De cualquier manera, es preferible esta situación mirando globalmente al pais, pues una población que al menos haya estado escolarizada este tiempo, hace que el pais sea más rico potencialmente.
Creo que una reforma deseable de la enseñanza, pasaría por fomentar el razonamiento y la creatividad en la primaria y secundaria, en vez de insistir tanto en copiar y colorear como se hace actualmente, y eso nos lleva a necesitar formar de otro modo a los maestros de primaria y secundaria.